Al hablar de entertainment para eventos, nos referimos a ese valor añadido que acompaña a contenidos y reuniones más corporativas, intercalándose entre ellas y dinamizándolas. En ese sentido podríamos distinguir tres tipos en función de cómo se integren en el evento: a modo de actividades paralelas, de shows, o formando parte intrínseca de los contenidos.
Shows vs contenido
Es un formato más clásico que separa el mensaje corporativo del contenido lúdico. Especialmente adecuado en eventos que optan por el formato convención e incorporan un acto programado de forma independiente. Este puede ser un baile o un banquete amenizados con música en directo, una orquesta, o un concierto privado, ya sea en el propio venue o en algún otro punto emblemático de la ciudad destino. Podría ser un espectáculo deportivo, una obra teatral, o incluso fuegos artificiales. Un recurso muy propio de los eventos más formales tipo summit, convención, o simposio.
Independientemente del enfoque corporativo, ambos bloques –contenido y espectáculo- compartirán línea temática que le dará sentido al evento como un todo.
Shows integrados
Nos referimos a aquellos espectáculos que abren, cierran o se programan durante el evento. En su mayoría son introducidos por un host o maestro de ceremonias que guiará a los asistentes durante el acto. Estas actividades de entretenimiento podrán utilizarse para amenizar cualquier tipología de evento. El más típico puede ser una convención interna y los shows pueden ser bailarines, LED boxes, espectáculos aéreos, artistas individuales, acróbatas, actores y figurantes, tematización de espacios, estaciones de comida, show cooking, inspiraciones circenses…
Evento 360º
Evento y espectáculo se funden en uno sólo, donde los propios contenidos y mensajes llegan a través de múltiples experiencias sensoriales que el asistente va a recibir. El uso de la tecnología permite crear impactantes video mappings, performances, realidad virtual, 3D, etc. multitud de acciones que lograrán un efecto WOW imposible de olvidar.
