El hombre desde sus inicios ha realizado representaciones visuales tanto para expresar sus ideas como para contar historias o resolver problemas. Un 80% de nuestro cerebro está diseñado para procesar y reconocer imágenes, lo que supone un menor esfuerzo que otras actividades como pueden ser leer o escuchar.
El pensamiento visual o también denominado en inglés como ‘visual thinking’ consiste en una condición humana innata. Una herramienta que vuelca y manipula las ideas a través de bocetos simples o dibujos fáciles de reconocer, creando conexiones entre sí por medio de mapas mentales. Su principal objetivo es obtener un mejor conocimiento sobre ellas, definir objetivos, identificar problemas, descubrir soluciones, simular procesos y generar ideas.
Os mostramos algunos pasos sencillos para convertir tus ideas en imágenes, desarrollados por Dan Roam, experto en visual thinking y autor de varios libros:
1. Mirar. Recogemos la información visual, la absorbemos y hacemos una selección de lo que tenemos frente a nosotros.
2. Ver. Seleccionamos aquello que resulte de interés y recopilamos esa información mediante relaciones entre los elementos y sus pautas.
3. Imaginar. Manipulamos e interpretamos los elementos para iniciar nuevas pautas.
4. Mostrar. Una vez definidas y comprendidas las pautas, mostramos a otras personas nuestra información visual y obtendremos un feedback sobre el trabajo realizado.
Pero y si eres de esas personas que siempre piensa “yo no sé dibujar” a continuación, os damos algunas recomendaciones y actividades muy sencillas para comenzar a utilizar las herramientas del pensamiento visual. Y si eres una de esas personas afortunadas a las que se les da genial dibujar, ¡mejora tus habilidades!:
• Figuras básicas. Comienza por las formas más sencillas para ir soltando poco a poco destreza con la mano: círculos, rectángulos, diferentes tipos de líneas, etc.
• Pictogramas e ideografías. Si te animas a hacer figuras más avanzadas, practica realizando pictogramas para poder representar gráficamente tus ideas.
• Muñecos y garabatos. Deja fluir tu imaginación y dibuja monigotes con las formas que desees.
Seguro que es más sencillo de lo que imaginas, así que anímate y ¡practica!
