La emoción evoca un olor decisivo en el momento de compra

Cada vez son más las marcas que utilizan como herramienta de marketing el ‘branding’ sensorial. Consisten en estrategias que asocian olores, sabores y sonidos a los productos de una determinada marca, y que, junto al logo, conforman su personalidad.

Según varias investigaciones recordamos un 5% lo que vemos, un 2% lo que oímos, un 15% lo que probamos y un 35% lo que olemos. El olfato es un sentido poco trabajado debido a la escasa conciencia que tenemos sobre su potencial, sin embargo, la emoción evoca un olor decisivo en el momento de compra. Así, el aroma es una buena estrategia para las marcas, pudiendo aumentar en un 40% las ventas de un producto o servicio.

Pero hoy vamos a centrarnos en el olfato, uno de los sentidos que generan mayor impacto en nuestro recuerdo. ¿Qué es el marketing olfativo? Forma una parte importante del marketing sensorial, y consiste en una de las técnicas de estimulación más sofisticadas, capaces de transmitir valores aprovechando las capacidades propias de nuestro olfato. El marketing olfativo ha pasado de ser una nueva tendencia a una opción dentro de la estrategia de muchas marcas.

La utilización del olfato como nuevo canal de comunicación, puede despertar emociones y sentimientos a través de sus técnicas. La mayoría de las marcas se han olvidado del poder olfativo, sin contar con un odotipo -representación olfativa acorde a sus valores y filosofía- en su identidad corporativa. Para muchas marcas su elección es tan importante como la definición de logo, los colores o el propio naming.

Los odotipos ayudan a incrementar el nivel de conocimiento y reconocimiento de las marcas. El aroma ayuda a despertar sentimientos y crear vínculos emocionales y sensoriales, hacia los compradores.

Crear un aroma específico reflejo de los propios valores de la marca, lograr que se perciba de forma más cercana, perceptible y que estimule el deseo de compra, es un éxito asegurado.