La evolución tecnológica es vertiginosa. Si hablamos de las nuevas tecnologías aplicadas a efectos visuales, éstas cada vez evolucionan más rápido y nos traen resultados aún más sorprendentes. En la actualidad la captura de movimiento – motion capture – es el método más utilizado tanto en cine como en los videojuegos, para hacer acercarse lo más posible a la realidad. Consiste en una técnica de grabación de movimientos, sobre actores o animales, que posteriormente son trasladados a un modelo digital. Para ello, los actores se envuelven en unos trajes elásticos cubiertos de sensores circulares que capturan los movimientos. Las acciones que realizan los sujetos son almacenadas de esta manera, para animar modelos digitales de personajes en animación 3D.
Este sistema tecnológico está basado en técnicas de fotogrametría y se utiliza principalmente en la industria del cine o ciencia ficción, en la industria de los videojuegos, en deportes o incluso con fines médicos.
El nuevo salto de esta tecnología recoge el nombre de Rokoko, un traje que ‘lo tiene todo’. Es un nuevo traje inteligente, desarrollado por una startup danesa, que captura con máxima fidelidad el movimiento de actores, revolucionado el sector de la animación. Permite grabar en exteriores, motorizarse con un teléfono móvil o tablet. Consiste en 19 sensores distribuidos por todo el cuerpo, brazos y piernas, capaces de recoger los movimientos de un actor en tiempo real. Sus posibilidades no se limitan a la captura de movimientos para cine o animación, también están siendo utilizado para videojuegos o programas de realidad virtual.
Una de sus mayores ventajas es la reducción de costes para la democratización del motion capture para producciones menos ambiciosas. Otra ventaja es que permite rodar directamente en el set a diferencia de motion capture actual, el cual permite su rodaje en salas específicas para su uso.
Posiblemente este traje no cambie el futuro de Hollywood, pero si ayude a beneficiarse de herramientas como estas a la industria de los videojuegos o la realidad aumentada.
¡Los límites en este campo de trabajo ya no dependerán del presupuesto, sino de la creatividad!
