La fotografía, parte de la estrategia de marca

Desde el origen del retrato en la historia del arte, los seres humanos han tratado de representar los objetos y a los individuos siempre con un propósito común: ofrecer una imagen particular de la sociedad contemporánea. En ese sentido, los retratos han tenido siempre el objetivo de potenciar cualquier aspecto de nuestro carácter o entorno.

La fotografía, o el uso de la luz para crear una imagen surge de la necesidad de capturar y preservar la perspectiva particular del artista sobre un tema. ¿Y la fotografía comercial?

Consiste en aquel arte de fotografiar objetos para ser utilizados en la industria de la publicidad. Desde el principio, el objetivo de la fotografía de producto o publicitaria era mostrar el referente en su forma más atractiva y actual. En otras palabras, esa visión particular para mostrar objetos resaltando sus características más especiales.

Desde ese momento, los profesionales de los medios se han esforzado a lo largo de los años para revolucionar este campo y presentar a las marcas las visiones más atrevidas y atractivas de sus productos.

La imagen se ha convertido en un aspecto muy importante que condiciona a nuestro alrededor. Y es que, una imagen vale más que mil palabras. Y los publicistas lo saben. Es por ello, por lo que se desarrollan cada vez más campañas de publicidad concisas, breves y con un alto grado de creatividad. El principal objetivo de la publicidad es dar a conocer a los consumidores un producto y atraer su máxima atención. Un 40% de las decisiones de los consumidores en su primera compra, está influenciada por la imagen del producto.

En beon. Worldwide, nuestros equipos de comunicación y publicidad trabajan diariamente, codo con codo, para ayudar a nuestros clientes a alcanzar sus metas de branding y marketing. Y un buen ejemplo de esto lo encontramos en los trabajos que desarrollamos, donde la fotografía forma parte de su estrategia y posicionamiento de marca.