Los pódcast vuelven para quedarse en la comunicación corporativa

Una de las nuevas estrellas que vuelve a emerger en Internet y que cada vez está más presente entre las marcas son los pódcast. Un formato que a finales de los 90 se comenzó a popularizar como medio de comunicación y que es casi tan antiguo que el propio Internet.

Los cambios en tendencias de contenidos han conseguido recuperarlos y situarlos entre marcas y anunciantes como una ‘nueva moda’. Vuelven con unas cualidades y calidades sorprendentes. El interés creciente entre consumidores por los pódcast se comienza a notar en su audiencia, alcanzando cifras muy altas y superando en grandes cantidades aquellas cifras de años anteriores (46 millones de personas).

El interés que crean entre los consumidores hace que su atención sea mayor que la de otros contenidos que podemos encontrar en la red, puesto que la mayoría de los oyentes los escuchan de forma individual con sus propios auriculares. Los pódcast generan valores intangibles muy importantes, estableciendo relaciones directas con los oyentes. Por esto, la experiencia que se crea a partir de estos contendidos es única y muy personal.

Pero esta pieza también ha llegado a las empresas como una nueva herramienta estratégica de marketing. Gracias a su popularidad, las marcas y empresas consideran que su incursión dentro de la comunicación ofrece una gran oportunidad a la hora de divulgar cualquier mensaje frente a miles de usuarios.

La participación de las compañías se produce a través del patrocinio del pódcast, pero cada vez son más las empresas que han comenzado a crear los suyos propios. La creación de vínculos con el público y la difusión de marca han sido los principales valores que han marcado su éxito.