La producción audiovisual es un amplio campo que abarca todas aquellas fases necesarias para la creación de un proyecto final para medios audiovisuales. Detrás de cada pieza elaborada, se esconde un intensivo trabajo de coordinación en él que se unen diversos profesionales que comparten entre sí conocimientos, esfuerzos y habilidades para producir un resultado de máxima calidad. La planificación será vital para llegar al éxito, así como mantener siempre objetivos realistas.
Las funciones de cada proyecto variarán según el tamaño, categoría, duración y soporte a utilizar. Existen diferentes formatos audiovisuales: cine y cortometrajes, documentales, televisión (series, anuncios, etc.), pieza de publicidad o corporativa, eventos y espectáculo o tecnología de streaming.
Todo proyecto audiovisual se divide en 3 fases para su producción:
- Preproducción: Se inicia con el nacimiento de la idea hasta el día de grabación. Se realizan funciones como desde la supervisión de guiones, contratación de material necesario, logística, atrezzo y vestuarios, e incluso la búsqueda de localizaciones y permisos.
- Producción: Materialización de las ideas propuestas.
- Postproducción: Selección del material obtenido y que finalmente se utilizará para el montaje final.
La localización es aquel espacio necesario para llevar a cabo el proyecto audiovisual. Consiste en trasladar la idea, lo escrito en el papel, a un lugar idóneo, con encanto, y que cuente con las necesidades adecuadas para llevar a cabo el proyecto. Escoger la localización adecuada es el primer paso para hacer una buena producción de rodaje o publicidad.
Localizar el espacio perfecto requiere tener en cuenta algunos elementos:
1. Elegir el sitio según la historia del guion redactado
2. Controlar la luz
3. Jugar con los movimientos del sol
4. Verificar los suministros de energía
5. Gestionar permisos
6. Coordinar la logística
7. Distribuir el espacio según las necesidades
8. Organización del equipo de producción
9. Controlar ruidos externos
10. Planificación del montaje
