Las experiencias inmersivas son las nuevas tendencias para la fidelización de clientes. Su principal objetivo busca transportar por completo al consumidor a una historia o experiencia para que se sienta protagonista de esta.
Cuando queremos calar en nuestro público, impactarlo, atraerlo y garantizar su fidelidad, debemos iniciar este tipo de experiencias, ya sea a través de videos interactivos, eventos, actividades tecnológicas, realidad aumentada o realidad virtual. Consiste en lanzar estrategias que consigan generar una reacción en el asistente y que involucren al usuario en un entorno determinado desde primer momento.
Los eventos inmersivos se plantean como experiencias únicas que se adaptan al mundo de los eventos. El cine, las series de televisión y los grandes documentales, son utilizados en su mayoría, para conseguir el efecto de inmersión a través de entornos completamente simulados de una historia que ya hemos visto en la pantalla.
La introducción de las nuevas tecnologías ha generado enormes posibilidades de crear entornos inmersivos que ofrecen al público la oportunidad de vivir experiencias que sólo podían ser imaginadas por el equipo de técnicos, artistas y diseñadores que hacen posible estos contenidos. Estas tecnologías han cambiado la forma de interactuar del usuario, han pasado de mirar el contenido de forma pasiva, a formar parte de la acción. Los avances tecnológicos nos permitirán a lo largo de los años, potenciar nuestros sentidos y estar cada vez más conectados.
A través de contenidos audiovisuales y proyecciones conseguiremos que el espectador vea y sienta el contenido en primera persona. Esto le ayudará a conectar a través de las sensaciones con la marca, y mejora la relación con el cliente.
Es fundamental que el equipo artístico sea de calidad, y que trabaje junto a un gran equipo de diseñadores y técnicos de audiovisuales, para así conseguir que el contenido sea realmente inolvidable.
