El packaging en 2018

Voy a tratar dos de las grandes tendencias que están marcando el año 2018 y seguirán haciéndolo en los siguientes.

La primera es la tendencia del usuario a valorar los envases que ayuden a la conservación del producto una vez abierto, y a la reducción de generación de residuos. El mundo del envase comenzó a cambiar en los últimos años y seguirá haciéndolo de la mano de la evolución del pensamiento de los consumidores y de la cultura de respeto al medio ambiente.

Los fabricantes de packaging y sus departamentos de I+D+i, junto a los departamentos de marketing de las marcas, dirigen sus esfuerzos hacia el uso de sistemas de conservación y de materiales que ayuden a alargar la vida de los productos. Para ello, se afanan cada día en mejorar la comunicación sobre las ventajas de los nuevos packaging y el tiempo real de conservación de estos.

Es frecuente que el consumidor deseche alimentos en buen estado por desconfianza o porque el envase no da información clara que ayude a salir de dudas. Por ejemplo, junto a nuestro cliente Apis, se ha desarrollado para uno de sus productos estrella, ‘El Magro’, un sistema “easy peel” que añade una sobretapa exclusiva que permite mayor conservación manteniendo todo el sabor hasta 7 días, una vez abierto el producto.

La segunda tendencia es sobre la oportunidad que el e-commerce supone para las marcas, pues el incremento de las compras por Internet hace que los packaging puedan estar pensados no sólo para su correcto envío, sino incluso para su reutilización en caso de devolución o para un uso cotidiano distinto a la compra.

Cuidar la imagen que las marcas proyectan hacia el cliente al recibir los envíos en casa, permite aprovechar y potenciar el contacto más allá del acto de recepción del pedido. Es una oportunidad para crear engagement con los clientes. Por ejemplo, Scalpers nos pidió un packaging para que una vez que el cliente recibiera la ropa, se convirtiera en una caja de almacenamiento de largo uso para el hogar. Por ello, trabajamos en un proyecto que cuidaba la estética y que tenía un sistema de apertura y cierre reutilizable.

Es, además, una magnífica oportunidad para enviar sorpresas en el interior del packaging que multiplique los impactos de la marca al consumidor y al entorno del mismo. Por ejemplo: durante un tiempo, incluimos un abridor de cerveza con el logotipo de la marca Scalpers en los pedidos que se recibían en casa, esto hizo que la marca tuviera una relación con el cliente más duradera, y permitió dar impactos de branding al círculo de amigos de sus clientes.

Miguel Mora, beon. Communication General Director