2019 ha sido un año de terremotos para algunas agencias, si tenemos en cuenta la irrupción de las consultoras tradicionales en nuestro sector. A priori, las idiosincrasias tan distintas entre los dos modelos de negocio me llamaron la atención, pero también veo una tendencia interesante que puede ser que se consolide en 2020 y es la evolución del modelo de relación entre agencia y cliente, que posiblemente tenderá más hacia la consultoría que hacia el modelo de partnership del que venimos.
No es que las consultoras tengan que “salvarnos de nosotros mismos”, pero sí creo que pueden aportar nuevos aires y nuevas formas de ver el negocio. Y de todo esto espero que los que ya estamos en el sector sepamos quedarnos con “lo bueno” para conseguir profesionalizarnos todavía más.
Por otro lado, al 2020 le pido no perder la frescura propia de nuestro sector, esa que nos permite reinventarnos y adaptarnos como ningún otro al mercado tan cambiante que nos rodea: estructuras, métodos, perfiles, equipos, relación con el cliente, etc. Perder el entusiasmo que ponemos cada uno de nosotros en nuestro día a día, para convertirnos en compañías “sin alma” sería un paso atrás que posiblemente nunca podamos recuperar.
Por último, y este es mi más firme deseo para 2020, pido al nuevo año que nos permita seguir avanzando en la retención del talento en nuestro sector, que seamos capaces de enamorar a profesionales que siguen viendo al cliente como el sector en el que realmente puedan desarrollar su carrera profesional.
A las agencias les (nos) pido que sigamos creyendo en nosotras mismas, que nos apoyemos las unas a las otras y que construyamos un entorno de sana competencia, fomentando el respeto a nuestro trabajo y la puesta en valor del mismo. Y, puestos a pedir, que sigamos demostrando que la buena creatividad vende, y que la vocación de servicio forma parte de nuestro ADN.
A las marcas, que sigan la senda de la valentía que muchas de ellas ya han emprendido. Que apuesten por las historias que nos remueven por dentro, hay muchas de ellas que ya han demostrado que eso no es incompatible con los (muy) buenos resultados. Y, en línea con lo anterior, que sean protagonistas de un sector en el que se fomenten las relaciones constructivas entre los distintos players del mercado, la transparencia, el valor del trabajo bien hecho y las relaciones a largo plazo.
En fin, un sector saludable, competitivo y en constante evolución, al que nos sepamos adaptar tanto agencias como clientes. ¡Bienvenido 2020!
María Miras, directora de beon. Communication
