Navidad y publicidad, ¿tocar la patata o el bolsillo?

La Navidad ya está aquí ¡otra vez! Pero si hace nada estabas de veraneo… y aún tienes los churros de la piscina en el altillo del armario. Y si la memoria no te falla, hace poquísimo que cambiaste la ropa de invierno por la de verano… ¡Por tercera vez! con esto del cambio climático.

Sin apenas darte cuenta, ya le estás pidiendo las vacaciones de Navidad a tu jefe, negociando con tu pareja si la cena es aquí o allá, o repartiéndote a los nenes con tu ex.

El caso, mi querido lector, es que las Navidades han vuelto a pillarte por sorpresa.

Es posible que te hayas dado cuenta por el frío, que curiosamente cada vez llega más de repente, o quizás has podido percatarte por las luces de los escaparates, que se adelantan de media un día por año.

Donde seguro que sí lo has notado es en la publicidad, ¿verdad? en las redes sociales, en la televisión, en los mupis o en los trillones de anuncios de juguetes que salen, entre Gumball y Doraemon, a primera hora de la mañana y de la tarde en los canales infantiles.

Vuelve ese locutor con voz del increíble Hulk, que sale en determinados anuncios de juguetes para niños, hablando con ritmo frenético, vendiendo todo tipo de tanques siderales, escopetas de dardos o puños de héroes con sonido. Y esa voz de pito de “niña” enseñando máquinas de hacer pulseras, moldes de hamburguesas o bebés que hacen caca, ahora con la novedad de ser controlados por el móvil.

Sin duda, la Navidad es el momento dorado de la publicidad. Las marcas intensifican su presencia en los medios y vemos que aparecen en escena principalmente dos tipos de anuncios: los que nos invitan a comprar el regalo favorito para estas fechas, y los que nos cuentan mensajes más emotivos sin una intención de venta tan directa.

Colonias, teléfonos móviles, champagne, sorteos de Navidad… todos sacan sus mejores galas para convertirse en los anuncios del año. Algunos buscan mostrar su producto más atractivo, otros se centran en valores más cercanos, como la familia, el cariño, compartir… ¿Qué os parece? Ruido y consumo versus sentimiento y emoción. Impulso y reflexión impactándonos al mismo tiempo.

Es como un ecosistema propio, que parece buscar el equilibrio para no volvernos locos. Me viene a la cabeza una especie de “comité interestelar” con los anunciantes poniéndose de acuerdo en qué tipo de spot van a hacer para que la contienda quede equilibrada. “Nosotros este año apostamos por tocar la patata”, diría el responsable de cualquier marca de turrones. Y un responsable de marca de relojes le contestaría: “¡De acuerdo! Pues nosotros crearemos el jingle de las Navidades”.

Ya fuera de bromas, es un momento singular. Quizás de las pocas épocas donde los consumidores esperan un anuncio para hablar de él, incluso para ser los primeros en compartirlo. Cuántas veces habréis escuchado eso de… “¿Has visto el anuncio de…? Sí, está bien, pero a mí me ha gustado más el de…”

Pocos son los momentos del año en los que las personas compartimos tantos contenidos como en estas fechas. Parece como que, igual que pasa con las canciones, usamos los anuncios para decirnos cosas. Y es muy habitual que nuestros WhatsApp estén plagados de vídeos de todo tipo, para felicitarnos o contarnos algo emotivo. Una sana competición por ver cuál de los anuncios consigue conectar mejor con la audiencia e, incluso, no es de extrañar que lleguen a compararse unos con otros.

Como conclusión, creo que son fechas idóneas para vender, pero también para emocionar, generar vínculo con los consumidores. Además de la publicidad audiovisual, es un extraordinario momento para poder ofrecer otro tipo de contenidos, y por eso muchas marcas apuestan por lo experiencial. Creando espacios para ser disfrutados en Navidad, por padres e hijos. En grandes ciudades, donde la gente agradece poder tener opciones de ocio para acudir en familia. Lugares que ofrecen “la magia de la Navidad”, que a cambio de estar cerca del público se convierten en sí mismos en una atracción, al que el cliente elige ir por voluntad propia.

Centros comerciales, pistas de hielo, pasajes de Papá Noel… Ahora están incorporando nuevas tecnologías como realidad virtual, realidad aumentada y activaciones digitales que las hacen ser todo un reclamo.

En definitiva, una explosión de contenidos al alcance de todos, que hacen de estas fechas una verdadera oportunidad para destacar y llegar a nuestros targets. Así que, ya sea en vuestro hogar disfrutado del calor de la familia o en las calles repletas de luces, disfrutad de la buena comunicación, sea cual sea su formato.

Feliz Navidad.
Dani Ferrer, director creativo beon. Creativity