“Filólogo: el que ama las palabras. Sin duda ese es mi caso”

Esta semana hemos estado con Eugenia Fernández, del departamento de servicios de Traducción de beon. nos ha trasladado las tres cualidades de todo traductor: ser camaleónico, tener empatía y ser rápido sin perder la calidad del trabajo.

¿Cómo es tu día a día y cómo te planificas?
Fundamentalmente gracias a la comunicación interna. Son los propios compañeros y encargados de proyectos quienes preavisan de qué se va necesitar, en qué idioma y cuándo será la fecha de entrega. En base a eso, priorizamos y nos ponemos manos a la obra… ¡a veces haciendo un poco de magia también!

Básicamente mi día a día se centra en presentaciones para clientes y traducción de piezas para RRSS, ya sean nuestras o de clientes, pero también hay que hacer un hueco a documentos propios de la empresa: textos legales, de servicios generales… Realmente lo que necesitemos.

¿Qué importancia cobra el departamento de Traducción en un sector tan activo como el nuestro?
Es una inversión necesaria en toda empresa que se precie de competir en el mercado internacional. No importa el país desde donde operes, cuando tu visión es global, debes contar con un equipo de traductores que se especialicen en tu filosofía y la de tus clientes, que crezcan contigo y te ofrezcan justo lo que necesitas en el momento que lo necesitas.

Cuéntanos qué es lo que más te gusta de tu profesión ¿por qué?
De pequeña me encantaba leer y empecé muy pronto con novelas y cómics que generalmente se leen en etapas más adultas. En la universidad, casi todos los autores que leíamos eran lingüistas, filólogos o traductores. Supe que quería ser eso muy pronto. Amo mi trabajo por encima de todas las cosas [bueno… quizás pondría por delante mis libros y mis discos, siendo sincera] y también todo lo que conlleva: leer, escribir, documentarme… El mundo de la comunicación entre culturas, su localización… desde la subtitulación de un vídeo corporativo o un anuncio hasta la adaptación de una pieza de copywriting y que toquen los temas y campos más dispares… mi puesto en beon. me permite hacer todo eso. Es algo apasionante.

Al fin y al cabo la palabra filólogo significa ‘el que ama las palabras’. Sin duda es mi caso.

Enumera tres cualidades necesarias que todo profesional debe tener para trabajar en este sector.
El traductor que desee dedicarse al mundo de los eventos y la comunicación debe ser ante todo muy camaleónico. Todos tenemos nuestros tipos de textos preferidos, o los que se nos dan mejor, etc., pero en esta industria tienes que manejarte muy bien tanto a nivel técnico como a nivel creativo. Empatía con el cliente sería una cualidad básica también, para ponerte en su lugar y ofrecerle exactamente lo que necesita. Por último destacaría el triunvirato de la rapidez, la honestidad y la fiabilidad. Hay que ser bastante rápido, pero nunca descuidar la calidad.

¿Qué formato o tipo de trabajo disfrutas más traduciendo?
Es una pregunta muy difícil… antes de trabajar aquí estaba en contacto con el mundo académico. He tocado algo de editorial traduciendo artículos y ficción para revistas, fundamentalmente literatura, arquitectura, cine y otras artes, pero también he traducido mucho para la industria médica y farmacéutica. Aunque parezca increíble, por distantes las esferas, en este mercado me dedico igualmente a traducir textos literarios, creativos, o técnicos. Son otras temáticas, pero la multitud de clientes y escenarios te permite sumergirte en mundos muy diferentes y especializados.