“El regidor de un evento es como un director de orquesta”

Luis Macera es el coordinador de contenidos de la división de eventos de beon. En esta entrevista ha destacado la importancia de tener “una visión holística del evento, no quedarse solo con el buen funcionamiento de la técnica, sino saber palpar cómo respira un directo, para sacarle el máximo partido”.

La escaleta es el documento clave de un evento ¿qué tienes en cuenta a la hora de elaborarlo?
Efectivamente, la creación de la escaleta es algo clave, donde considero que ya se está construyendo el propio evento. Para hacer el primer boceto, dependiendo de la complejidad de cada proyecto claro está, suelo dedicarle varias horas, que luego se van multiplicando en las distintas versiones conforme se confirman los contenidos. Por lo general es un proceso que dura semanas o meses, tantos como tiempo de preproducción tenga ese evento.
Hay que tener en cuenta muchas cosas: el timing es quizás lo más fundamental. Si la escaleta dice que el evento termina a una hora, el catering, o los transfers, por decir solo dos ejemplos, estarán listos a esa hora. Así que hay que hilar muy fino en este aspecto.
Otro elemento muy complejo que necesita una escaleta es la técnica. El equipo técnico, que en ocasiones está compuesto por varias decenas de personas, está ciego sin una escaleta bien detallada.

¿Qué importancia tiene la regiduría en un evento?
La regiduría técnica de un evento es la dirección de la orquesta, o sea, su importancia es enorme. Pero no lo es todo. Todos los trabajos técnicos del directo tienen la misma importancia, un evento no funciona si no funciona bien todo. Si hay fallos de sonido, por decir algo, aunque todo lo demás funcione bien, el resultado del directo no habrá sido óptimo. Y el regidor tiene que saber dirigir bien la sinfonía, que todo entre en su momento, pero también a los “músicos” de la orquesta, al equipo. Ambas cosas son fundamentales.

¿Este trabajo está bien valorado por los clientes y es percibido como un elemento clave para el éxito del evento?
Sí, normalmente así lo es. Además a mí personalmente me gusta tener contacto directo con el cliente: aconsejar, hablar con los ponentes y recomendar la mejor forma de puesta en escena. No me gusta solo encerrarme en la mesa de control, sino conectar con el cliente. Y eso suele valorarse positivamente por ellos.

¿La regiduría es una especialidad que evoluciona y permite innovar?
Por supuesto que evoluciona. Como todo en la actualidad, se tiende a una especialización técnica que hace que tengas que renovarte continuamente y cambiar tus formas de trabajar. Hace unos años ibas a los directos con cientos de cintas y un rack de vtrs para meter los videos. Esto se cambió totalmente con la digitalización y con ello la forma de trabajar. Y ahora las regidurías de grandes eventos es aún más complicada con las posibilidades que dan los procesadores multipantalla y multiproyección tipo watchout o d3, que permiten montajes espectaculares.

¿Qué cualidades debe tener el profesional que se dedique a desarrollar este tipo de trabajo?
Sobre todo diría tres: templanza, capacidad para empatizar y relacionarse con equipos multidisciplinares numerosos y destacaría el tener una visión holística del evento, no quedarse solo con el buen funcionamiento de la técnica, sino saber palpar cómo respira un directo, para sacarle el máximo partido.