Desde la división de comunicación se trabajó para dar la máxima difusión a la acción a través de una estrategia digital que contemplaba la creación de concursos, planes editoriales y influence marketing plan. Así se dinamizaron concursos desde las semanas previas en los perfiles sociales de la marca, donde los participantes debían relatar cómo habían sido sus cenas imperfectamente perfectas. Los ganadores pudieron disfrutar de esta experiencia gastronómica en la localidad que eligieron. También se gestionó la presencia de los influencers más relevantes del sector en cada una de las ciudades que recorrió el Road Show. Paralelamente se coordinó un gabinete de comunicación en las diferentes ciudades para el que se elaboraron notas de prensa segmentadas en función de la localidad y el medio, se atendió a prensa, se gestionaron entrevistas y se hizo un seguimiento de las informaciones. Gracias a todo ello la acción se hizo viral, logrando alcanzar a más de cuatro millones de personas reforzando así la presencia de la marca en medios de comunicación.

Por su parte, nuestra división de eventos se encargó junto con Lidl de la búsqueda de localizaciones, unas ubicaciones totalmente originales con la intención de sorprender a los invitados: un parking en Madrid, una antigua Capilla en Valencia, un hangar en Barcelona, una nave industrial en Sevilla y coordinó un Road Show por todo el país en tan solo una semana lo que supuso un gran reto a nivel logístico. Nuestro equipo se encargó de la producción de la experiencia gastronómica, la decoración y el montaje a partir de un menú creado por David García. Todo bajo un único objetivo compartido: poner de manifiesto que es posible disfrutar de una experiencia auténticamente gourmet al alcance de todos los bolsillos